Conocer cuáles son los síntomas del cáncer de mama y cada uno de los exámenes que te ayudarán a saber si tienes cáncer de mama es la primera y mejor forma de prevenir esta enfermedad.
Detectar las señales de advertencia que se manifiestan en tus senos como posibles signos o síntomas de cáncer de mama no determinará que sufres esta enfermedad, sin embargo, te permitirá tomar el control de la salud de tus pechos.
Para comprobar si tienes cáncer de mama, es necesario realizar estudios como ultrasonido, mastografía y, finalmente, una biopsia, la única manera de saber de forma definitiva si hay o no cáncer.
Síntomas del cáncer de mama
- Detectar un pequeño bulto o bolita en tu seno o cerca de tu axila; las masas que son irregulares y no causan dolor al palpar tienen mayor probabilidad de resultar cancerígenas. Este bulto puede indicar que tienes cáncer de mama, pero también se relaciona con muchas otras causas,
- Cambios en la piel de la mama, aumento en su grosor, enrojecimiento, inflamación, resequedad y descamación.
- Anormalidades en la estructura del pezón como pezón invertido, cambios en la coloración, hundimiento de pezón, dolor en la zona o secreciones que no sean leche materna. Toma en cuenta que, en algunos casos, las secreciones pueden estar acompañadas de pus y sangre.
- Cambios abruptos en la forma y el tamaño del seno. Por eso es tan importante que observes y toques tus pechos, conócelos para detectar cualquier anomalía.
- Hundimientos en la piel o la formación de hoyuelos en la piel del seno, a este signo generalmente se le conoce como “piel de naranja”.
- Inflamación de los ganglios linfáticos que están cercanos a la mama, los ganglios que están en tus axilas o cercanos a tu clavícula, esta inflamación se hace presente aún si no es posible palpar el tumor o bulto en tu seno. Pero para saber si tienes cáncer de mama aún hay muchos estudios por hacer.
- Dolor en cualquier zona de la mama o el pezón. Este se presenta particularmente al tocar el área.
Exámenes para detectar cáncer de mama
Los exámenes de detección son la forma más segura de verificar la presencia de signos que indiquen el establecimiento de una enfermedad en el seno, incluso antes de que pueda hacerse presente algún tipo de síntoma.
El principal propósito de los estudios de mama es una detección temprana de anomalías para incrementar las probabilidades de un tratamiento exitoso y la posibilidad de una curación.
Es por ello que, en el caso de personas con antecedentes familiares de algún tipo de cáncer de mama o con factores de riesgo sobresalientes, se recomienda el monitoreo constante de la salud de los pechos.
Existen varios tipos de exámenes para la detección de esta enfermedad y el miedo que sientes al hacértelos es completamente normal, sin embargo, toma en cuenta que, si tienes cáncer de mama, lo mejor es detectarlo de forma temprana. Así que ¡chécate hoy!
Tipos de exámenes
Mamografía: Consiste en la toma de una radiografía situada en la mama, la cual permite detectar tumores que sean muy pequeños o insensibles a la palpación, también permite detectar células anormales en el ducto mamario, lo que se conoce como “carcinoma in situ”.
Esta prueba suele aportar una menor probabilidad de hallazgos en mujeres que poseen tejidos mamarios muy densos, pues dificulta detectar la presencia de tumoraciones en la radiografía o diferenciarlos del tejido mamario. Suele ser común en mujeres jóvenes.
Existen otros factores que pueden generar alteraciones en los resultados, como el peso o edad de la paciente, el tipo de tumor y su tamaño, momento del ciclo menstrual en el cual se realiza la mamografía, calidad de la mamografía y las habilidades de la persona que la interpreta.
Resonancia magnética: En este procedimiento se hace uso de un imán, una computadora y ondas de radio mediante los cuales se crean varias series de imágenes muy detalladas de cada área interior del cuerpo, en este caso de la mama.
La resonancia magnética no expone a la mujer a radiaciones y tampoco hace uso de los rayos X, generalmente se utiliza este método para realizar detecciones oportunas en mujeres que tienen riesgos elevados de padecer cáncer de mama.
Recordemos que los factores que se consideran de riesgo alto son modificaciones genéticas de tipo BRCA1 o BRCA2, antecedentes heredofamiliares de cáncer de mama, sobre todo en el caso de la hermana, madre o hijas y cierto tipo de síndromes genéticos como el Cowden o Li-Fraumeni.
El único inconveniente de este examen es que la probabilidad de detectar una masa que no sea cáncer es mayor. Aún así, para saber si tienes cáncer de mama, hay que pasar por el tipo de estudios que tu médico considere según tu caso.
Termografía: Este examen hace uso de una cámara especial que detecta el calor que las mamas o senos emiten; es útil debido a que los tumores usualmente producen cambios en la temperatura de la piel, lo que se ve reflejado en la termografía y permite realizar la detección correspondiente.
Examen clínico de la mama: Este examen es realizado por un profesional médico, consiste en realizar una palpación muy cuidadosa por ambas mamas, sus alrededores y debajo de los brazos por la zona axilar a fin de detectar cualquier masa o bulto extraño.
Generalmente, este procedimiento es el más recomendable también para autoexplorarte, tanto hombres como mujeres pueden hacerlo y permite detectar cualquier cambio o anormalidad en la mama.
Muestreo de tejido: Este examen se toman las células del tejido mamario para realizar una observación microscópica de las mismas a fin de detectar anomalías en las células o presencia de células cancerígenas.
Aspectos a tener en cuenta para descubrir si tienes cáncer de mama
Cuando has descubierto una anormalidad en tu seno o presentas algún síntoma, es importante acudir a un médico y que se te realice el examen que permita detectar o descartar la presencia de un cáncer de este tipo.
No todos los tipos de cáncer de mama son igual de agresivos y provocan la enfermedad o muerte, sin embargo detectarlos a tiempo puede mejorar las probabilidades de curación y vida.
Es importante saber que si tienes cáncer de mama, diagnosticarlo a tiempo permitirá elegir el mejor tratamiento y, por lo tanto, tendrás más años y calidad de vida.