Cuando inicia el cáncer de mama, las evidencias del mismo suelen ser mínimas, ya que cuando existe la presencia de un signo o síntoma notorio en la mama o seno se habla de un proceso de enfermedad que quizás esté avanzado y que, muy posiblemente, se haya diseminado hacia ganglios linfáticos cercanos.
Empecemos por definir qué es el cáncer de mama: se habla de cáncer de mama en referencia a la enfermedad que afectan a las células que existen dentro de las mamas; es considerado como el segundo cáncer que se manifiesta principalmente en mujeres.
Tomemos en cuenta, además, que en relación a este cáncer, las tasas de supervivencia dependen del tipo y estadio en el que se detecte la patología, por supuesto, también el tratamiento elegido es una variable significativa.
Los tipos de cáncer de mama que se pueden encontrar son:
- Carcinoma ductal localizado: También conocido como carcinoma in situ (DCIS), es la forma más temprana de aparición de cáncer de mama, este carcinoma no es invasivo y los riesgos de diseminación son bajos.
Sin embargo, se manifiesta cuando existe la presencia de células anormales dentro de los pechos; el síntoma más frecuente es la presencia de un bulto en la mama o secreciones del pezón. Así es como, a veces, inicia el cáncer de mama.
- Angiosarcoma: Este tipo de cáncer es poco frecuente, pero suele presentar afectaciones en los vasos sanguíneos y vasos linfáticos de la mama.
El Angiosarcoma puede presentarse en cualquier parte del cuerpo; uno de los factores que puede dar origen a esta enfermedad es contar con antecedentes de radiación en la zona, los síntomas o signos varían según el lugar donde se hace presente.
- Cáncer de mama inflamatorio: Este cáncer es de evolución rápida, ocurre cuando hay un crecimiento de células cancerígenas y estas han bloqueado los vasos linfáticos que hay en la piel que reviste las mamas.
Suele provocar una inflamación generalizada en el seno y una tonalidad o aspecto rojizo, cambios en la temperatura del seno, sensibilidad, dolor y retracción o aplanamiento de pezón, así como cambios en la piel como la formación de pequeños hoyitos o piel de naranja. De esta forma también, en ocasiones, inicia el cáncer de mama.
- Cáncer de mama recurrente: Es el cáncer que se manifiesta después de haber existido un cáncer previo o un tratamiento inicial, suele manifestarse cuando la totalidad de las células cancerígenas no fue eliminada.
Es el remanente de células dañadas el que ocasiona la reaparición del cáncer en el seno, los síntomas varían según el lugar de recurrencia o reaparición del cáncer. Inicia el cáncer de mama nuevamente.
- Cáncer de mama masculino: El cáncer de mama en hombres es muy poco frecuente, sin embargo, existe la evidencia de desarrollo en personas del sexo masculino. Los casos en los que se ha presentado es en hombres mayores, sin embargo puede darse en cualquier edad o etapa de la vida.
Si apenas inicia el cáncer de mama hay más probabilidades de curación, suele presentarse con síntomas como secreción del pezón y cambios anatómicos, enrojecimiento, descamación o hundimiento del pezón.
- Carcinoma lobulillar in situ: Consiste en la formación de células anormales dentro de las glándulas mamarias que producen leche, comúnmente se le denomina como CLIS. Esta enfermedad no es un cáncer, pero el diagnóstico de este padecimiento incrementa las probabilidades de contraer cáncer de mama en un futuro.
Este tipo de carcinoma no provoca síntomas por lo que su detección es el resultado de un hallazgo en la búsqueda de otra patología en el seno, se desconocen las causas exactas de esta carcinoma y su alteración en las glándulas productoras de leche y los conductos lactíferos.
- Carcinoma lobullillar invasivo: En este caso, inicia el cáncer de mama en los conductos lactiferos de la mama, donde se produce la leche materna. Como su nombre lo indica, este cáncer suele esparcirse de forma rápida hacia otras zonas del seno distantes de donde se generó por primera vez.
Suele no presentar ningún tipo de síntoma en sus primeras etapas, sin embargo, a medida que se disemina a otras zonas, puede causar engrosamiento en la parte de la mama afectada, inflamación y cambios en la textura de la piel del pecho.
- Enfermedad de Paget del seno: Tiene un inicio en el pezón y se extiende de hacia la areola, suele presentarse en mujeres mayores de 50 años, generalmente esta enfermedad tiene como precedente algún tipo de cáncer ductal y se limita en afectaciones únicamente al pezón.
Provoca síntomas como enrojecimiento, ardor, comezón, secreciones sanguinolentas o amarillentas del pezón, descamación y cambios en la piel como engrosamiento, las causas están poco establecidas. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, puede desencadenarse como producto de un cáncer ductal en la mama.
Los signos y síntomas más frecuentes del cáncer de mama
Los síntomas más frecuentes son los siguientes:
- Presencia de bultos o bolitas en cualquier parte del seno, palpables al tacto.
- Inflamación o hinchazón del seno o pezón.
- Cambios en la coloración de la mama, enrojecimiento.
- Cambios anatómicos en la mama, hundimientos, formación de hoyuelos en la piel (piel de naranja), descamación, sequedad o agrietamientos, además de asimetría.
- Dolor en cualquier zona del seno.
- Cambios en la piel del pezón, sequedad, descamación y secreciones líquidas de tipo amarillento o sanguinolentas.
- Inflamación en los ganglios cercanos a la mama, es decir, ganglios axilares.
Casi siempre, cuando inicia el cáncer de mama lo hace de forma silenciosa, de modo que para cuando los signos o síntomas se hacen presentes se cree que el cáncer podría estar en una etapa avanzada. Sin embargo, solo un profesional de la salud puede hacer un diagnóstico.
Por eso es importante que, tengas o no síntomas de cáncer de mama, estés constantemente monitoreando la salud de tus pechos.
Puedes complementar tu mastografía con estudios trimestrales. De este modo, tú y tu doctor tendrán información suficiente para tomar decisiones sobre la salud de tus pechos.