Para las mujeres, conocer nuestros pechos es una tarea de vital importancia. Es importante ver y tocar nuestro cuerpo y la autoexploración de mamas nos permite familiarizarnos con el aspecto natural de nuestros senos, pudiendo así estar alerta y detectar cualquier alteración o cambio que se produzca.
Primero que nada, debemos tener en cuenta que es recomendable que la autoexploración de mamas sea realizada de manera mensual y una vez haya concluido la menstruación, pues es un factor importante a la hora de detectar a tiempo cualquier anomalía.
La menstruación puede alterar los pechos por lo que si la realizas durante este periodo puede revelar otros síntomas que se podrían malinterpretar. Tal es el caso de la presencia de inflamación, pues los senos se hinchan y se encuentran más sensibles debido a los cambios hormonales.
También es muy importante que sepas que, a pesar de que puedas encontrar un cambio en los pechos, no necesariamente significa que se trate de cáncer de mama, lo más recomendable es contactar a tu médico a la brevedad.
¿Qué debo saber antes de realizar mi primera autoexploración de mamas?
La importancia de la autoexploración de mamas radica precisamente en tomar conciencia del aspecto normal de nuestros senos, lo cual nos permitirá detectar cualquier cambio que suceda en estos.
Este autoexamen se realiza mediante un método sencillo paso a paso en el cual podrás observar y palpar tus senos, lo que te permitirá examinar todos sus detalles y características particulares.
Ante este tema, como ante cualquier otro, siempre surgen diversas interrogantes. Pero a continuación te brindaremos la información que necesitas para realizar tu primera autoexploración de mamas.
¿Cuándo puedo realizar mi autoexploración de mamas?
Como se mencionó con anterioridad, lo recomendable es que se lleve a cabo de manera mensual y una vez haya terminado nuestra menstruación. Sin embargo, si ya no presentas menstruación, simplemente puedes establecer un día fijo al mes para llevarla a cabo.
¿A partir de qué edad puedo realizar mi autoexploración?
No existe una edad específica para comenzar a realizarla, pero generalmente se recomienda a partir de los 20 años de edad y, recuerda, se hace de manera mensual.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sugiere empezar con esta práctica a los 25 años de edad pero, por supuesto, puedes adelantarte debido a que se trata de una experiencia completamente indolora y sin efectos secundarios.
¿Qué debo tener en cuenta al momento de palparme?
La primera autoexploración de mamas se deberá realizar con detenimiento, ya que nos permitirá aprender a conocer todo el aspecto y consistencia normal de nuestras mamas.
Es preciso tener en cuenta que la glándula mamaria posee una consistencia un tanto nodular, por lo tanto, inicialmente puede tenerse la sensación de que se palpan pequeños “bultitos”.
Por lo tanto, resulta recomendable que en nuestra primera exploración se cuente con la compañía de una persona experimentada que enseñe la técnica de forma adecuada y resuelva nuestras dudas.
Para eso, acude con tu ginecólogo de confianza para que te guíe en este ejercicio, de esta forma podrás realizar las siguientes por ti misma con la confianza de que conoces la técnica.
¿Y si tengo implantes?
Tener implantes no impide llevar a cabo una autoexploración de mamas. Se estima que los implantes empujan el tejido del seno, lo que incluso puede hacer más fácil examinarlo.
No obstante, si se llega a tener dificultades a la hora de detectar los bordes, es recomendable consultar al cirujano para así identificar dónde empieza y termina el implante debidamente y llevar a cabo una exploración de mama satisfactoria.
¿Qué hay acerca de la autoexploración de mamas durante el embarazo?
La autoexploración de mamas durante el embarazo sigue siendo una herramienta útil para un diagnóstico precoz del cáncer de mama.
Si bien durante el proceso de gestación los senos pueden experimentar cambios sorprendentes mientras se preparan para la lactancia, como el aumento del tamaño, una mayor sensibilidad o cierta hinchazón, lo cierto es que sigue resultando conveniente mantener una autoexploración de mamas de manera mensual.
Inclusive, ahora que no se tiene la regla se puede agendar un día del mes para realizar la autoexploración de mamas. Te recomendamos el día uno de cada mes para hacerlo.
Los cinco pasos de la autoexploración de mamas
Ahora bien, existen una serie de pasos que nos indican de una manera clara y sencilla como realizar una correcta autoexploración de nuestras mamas. Aquí los enlistamos y te los explicamos con lujo de detalle:
Paso 1
Hay que contar con una buena visibilidad de nuestras mamas, un ambiente iluminado nos ayudará a visualizarnos de mejor manera. El primer paso consiste en pararnos frente a un espejo con una postura de hombros rectos y los brazos junto a la cadera. Una vez adoptada esta postura, debemos considerar lo siguiente:
- Tamaño de nuestras mamas, forma y tonos de colores normales.
- Que estén bien formadas, es decir, que no presenten deformaciones ni inflamaciones visibles.
Si se nota la presencia de alguna de las siguientes alteraciones, lo mejor es que se lo comuniques a tu médico tan pronto sea posible:
- Formación de hoyuelos, arrugas o bultos en la piel.
- Cambio de posición de un pezón o pezón invertido (se encuentra hacia adentro en lugar de sobresalir).
- Enrojecimiento, dolor, sarpullido o inflamación.
Paso 2
Es importante levantar los brazos y percatarse si se observan las mismas alteraciones. En este paso hay que comprobar que el contorno de los pechos es uniforme y que ambos se elevan de la misma manera.
Paso 3
Aún frente al espejo, es necesario presionar los pezones y revisar si hay flujo de líquido a través de ellos, ya sea de uno o de ambos. Este líquido puede ser transparente, lechoso, amarillento o sangre.
Paso 4
Posteriormente, acuéstate y pálpate la mama con la mano contraria, es decir, la mama izquierda la palpamos con la mano derecha y viceversa.
Es importante tocar con firmeza y de forma pausada empleando las yemas de los dedos, manteniendo los dedos rectos y juntos en todo momento. Esto debe ser acompañado de un movimiento circular, aproximadamente del tamaño de una moneda.
A continuación, aún acostada, revisa la mama completa de arriba hacia abajo y de lado a lado. Tómate tu tiempo.
Asegúrate de examinar toda el área del seno, desde el cuello debajo de la clavícula, hasta la parte superior del abdomen donde sientas solamente las costillas, desde la axila hasta el escote.
Si es posible, trata de seguir algún tipo de patrón para así cubrir la mama completamente. Por ejemplo, puedes comenzar con el pezón y avanzar en círculos cada vez mayores hasta llegar al borde exterior de la mama.
También puedes llegar a mover los dedos verticalmente, de arriba hacia abajo, como si estuvieras siguiendo una línea. Este movimiento ascendente y descendente, es también llamado “patrón vertical”.
Existe cierta evidencia que sugiere que este patrón es el más efectivo para cubrir toda el área del seno sin dejar de examinar ningún tejido del mismo. Así conseguirás una efectiva autoexploración de mamas.
Hay que asegurarse de palpar todo el tejido mamario, tanto en la parte delantera como en la parte más profunda: por ello, es necesario que ejerzas una presión leve.
Ahora bien, para llegar al tejido ubicado en la parte media de las mamas es necesaria una presión moderada, y finalmente, para el tejido profundo es requerida una presión firme sin llegar a generar dolor o molestia.
Cabe destacar que, usualmente al llegar al tejido profundo, se tiene que sentir la caja torácica. Aunque por supuesto, esto dependerá de otros factores, como de la densidad de tus mamas.
Si no estás segura del nivel de la presión que debes hacer, o sientes algún tipo de dolor, consulta con tu médico o enfermera cada una de tus dudas.
Paso 5
Finalmente, es necesario palparse las mamas estando sentada o de pie. Muchas mujeres comentan que les resulta más sencillo palparse las mamas cuando la piel se encuentra mojada y resbaladiza, puedes hacerlo en la ducha.
Si decides realizarlo de esta forma, deberás de controlar la mama completa con los movimientos que se describieron en el paso número cuatro. Contar con un espejo dentro de la regadera también es útil.
Es recomendable terminar la autoexploración de mamas con la revisión de la zona de las axilas, puesto que gran parte de los tumores se producen en la parte de la mama más cercana a estas.
Esta parte de la exploración de mama se realiza sentada o de pie, con los brazos abajo ligeramente levantados, para poder palpar con facilidad. Siéntete cómoda, es tu cuerpo.
Una vez finalizada la autoexploración de mamas, es preciso contactar con tu médico en breve posible si has encontrado alguna de las siguientes alteraciones:
- La palpación te produce dolor en algún punto en concreto.
- Cambios en el color o una textura similar a la piel de naranja.
- Se detectaron bultos o hundimientos.
- Hay secreción en los pezones.
Resulta importante destacar que la mayoría de los cambios anormales no siempre son causados por cáncer. Sin embargo, más vale prevenir y tener un panorama amplio sobre la salud de tus pechos.
Es el caso de algún nódulo detectado durante la autoexploración de mamas que, en el 90% de los casos, se tratan de tumores benignos que tienen tratamiento.
De cualquier manera, se debe acudir sin retraso con un médico, para que valore la necesidad de estudios y determinar las características de tu tejido. Así se puede descartar el padecimiento de cáncer de mama.
En resumen, estos son los 5 pasos para la autoexploración de mamas:
- Frente al espejo: Observación con una postura recta.
- Frente al espejo: Observación, pero con los brazos levantados.
- Frente al espejo: Presionar los pezones.
- Acostada: Palpar la mama con la mano contraria al lado que estás revisando (mama izquierda se palpa con la mano derecha y mama derecha se palpa con la mano izquierda).
- Sentada o parada: Palpar nuevamente.
Recuerda anotar las observaciones que tengas y ten presente que una detección precoz trae consigo un mejor pronóstico. ¡Explórate! Es el mayor acto de amor propio.
Referencias